
Teniendo como referencia el Hecho Sexual Humano, la educación sexual ofrece un marco de comprensión al hecho de ser hombres o mujeres desde sus similitudes pero también desde sus diferencias.
Por ello quizá sería más adecuado hablar de “Educación de las sexualidades”. Al igual que no hay un hombre o una mujer iguales, cada sexualidad también será única y singular.
Una educación que recoja todas las vivencias sin jerarquías ni etiquetas en los distintos ámbitos sociales y en todas las edades. Para ello es necesario fomentar el conocimiento de nuestra propia sexualidad y una actitud respetuosa y empática hacia la de los demás
¿Cómo hacerlo?
Con una acción educativa dirigida tanto a instituciones públicas o privadas como al ámbito formal e informal donde todos los agentes sociales estén implicados.
Si te interesa, solicítanos más información sobre los proyectos que ya tenemos en marcha o transmítenos tus necesidades.